Para los que no hayan oido hablar antes del ojo de pez, se trata de un tipo de lente gran angular de ángulo extraodinariamente ancho, prácticamente hemiesférico (180 grados). El tipo de ojo de pez más conocido es la mirilla de las puertas; aunque también hay lentes ojo de pez para fotografía. ¿Alguna vez has querido tener un ojo de pez? Si ha sido así tal vez te hayas encontrado de frente con algunos problemillas: por un lado el alto precio y por otro, que no toda cámara digital admite lentes adicionales. En este artículo mostramos cómo construir un ojo de pez por menos de 10 euros… tal vez los buenos resultados no puedan ser garantizados, pero lo que sí lo está es que pasarás un buen rato.
Con qué cámaras funciona
Esta forma de construir una lente ojo de pez no vale para toda cámara digital. Funciona razonablemente bien en compactas y ultra-compactas. No ofrece buenos resultados con SLR o tipo SLR: si este es tu tipo de cámara, te recomendamos sinceramente que no pierdas el tiempo con esta técnica. Si a pesar de todo, te gustaría jugar con un ojo de pez, siempre puedes comprarte una webcam (una baratita hará un buen trabajo) y acoplar directamente la mirilla.

Elegir la mirilla
El primer paso consiste en comprar la mirilla. Conviene evitar el uso de mirillas de plástico, tanto en la lente como en el cuerpo. Cuanto más solida parezca mejor: piensa que es el único gasto en el que vas a incurrir. Antes de elegir, mira a través de ella y comprueba la calidad de la imagen y la ausencia de brillos internos. También fíjate en el ángulo de visión y elígelo a tu gusto. Uno de los ángulos más típicos es de 132º, aunque hay productos en el mercado que llegan a los 200º. Mucho cuidado con el ángulo, pues típicamente tiene que ver con el diámetro de la lente y la longitud focal. Y al final, la longitud focal tendrá que ver con el tamaño final de la imagen en el sensor de tu cámara y, por tanto, con el tamaño máximo en pixeles de la foto tomada. No hay reglas universales que valgan para toda cámara, así que, en este punto, toca experimentar.
Construir el soporte
Este es un paso importante. Es el más complejo y que requiere mayor creatividad. Un buen soporte permitirá:
- Que la cámara esté fija
- Que la mirilla esté perfectamente enfrentada al centro del objetivo de la cámara
- Que la mirilla pueda deslizar cómodamente para ajustar el foco.
En función del tipo de cámara digital, el soporte deberá tener diferentes características, así que es necesario que apliques tu ingenio aquí. IMPORTANTE: sea como sea tu cámara, procura que el soporte garantize que ninguna pieza (ni mirilla, ni soporte) toque nunca la lente de tu cámara digital, pues podría dañarse.

Fotografiar
Es el momento de experimentar con tu juguetito. En función de los resultados es posible que tengas que hacer ajustes en el soporte o cambiar de mirilla. Los primeros experimentos pueden ser directamente en la mesa de bricolaje, para facilitar el tuning final. Ármate de paciencia y buena suerte.

Fuente dZoom
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