Estas fotografías en infrarrojo están hechas con un filtro de Hoya, el infrarrojo R72, que tiene la particularidad de que; haciendo fotografías con luz de día no obliga a hacer ninguna corrección en la exposición.
Estas fotografías en infrarrojo están hechas con un filtro de Hoya, el infrarrojo R72, que tiene la particularidad de que; haciendo fotografías con luz de día no obliga a hacer ninguna corrección en la exposición.
Cuatro formas para mejorar la iluminación de tus fotos.
Uno de los consejos que os daba en la segunda parte del artículo El flash y como hacer fotos decentes con él era el de rebotar su luz para evitar la aparición de sombras duras; una técnica que hace obligatorio el uso de un flash externo acoplado (o no) a la zapata de vuestra cámara réflex, pero que nos aporta una serie de ventajas nada despreciables:
Rebote de flash – Foto: Miguel Michán
– Cuando rebotamos el flash, la luz llega al sujeto que fotografiamos de forma difuminada, eliminando esas sombras tan duras situadas tras él y consiguiendo una iluminación mucho más natural.
– Eludimos el problema de los ojos rojos gracias a que la fuente de luz no se encuentra en el mismo eje que las pupilas.
– Además, las réflex digitales y los flashes modernos pueden calcular automáticamente la potencia necesaria para rebotar la luz. Simplemente utiliza el modo TTL, eTTL, iTTL o heckTTL… y no tendrás que preocuparte por nada más.
Técnicas de rebote
– Rebote en techo: Apuntamos con la cabeza del flash directamente al techo o con un ángulo de 75 grados aproximadamente. Este se convertirá en un gran reflector aunque como inconveniente está la posibilidad de que aparezcan algunas sombras cerca de los ojos a causa de que toda la luz proceda de arriba.
– Rebote invertido en techo: En este método colocamos el flash en un ángulo de 45 grados apuntando hacia atrás de modo que el destello rebote en el techo y la pared ubicados a nuestras espaldas. Evitaremos la sombra de los ojos del método anterior, aunque necesitaremos una pared detrás.
– Rebote en pared o lateral: Colocamos la cabeza del flash en un ángulo de 90 grados respecto al sujeto de forma que apunte a la pared más cercana. Conseguiremos una luz direccional que da profundidad a la imagen.
– Rebote en personas: ¿Estás en un exterior o no hay ninguna superficie cercana sobre la que rebotar el flash? No importa, coloca a ese amigo tuyo que siempre va en camiseta (blanca, el heavy de negro no sirve) y ya tenemos superficie de rebote. Eso sí, hay que tener en cuenta que la luz rebotada será escasa así que conviene que haya algo de luz ambiente.
Inconvenientes de rebotar el flash
– Pérdida de luz. Cuando rebotamos el flash, la potencia del destello se ve reducida aun teniendo la pared más blanca y grande del mundo cerca. Existen situaciones en los que el destello final que alcanza al sujeto no es suficiente y no queda otra que apuntarle directamente con el flash.
– No tenemos nada sobre lo que rebotarlo. Nos encontramos en un exterior o no tenemos ninguna pared blanca, techo o grupo de gente vestidos de claro cerca. Lástima.
– ¡Humo! El humo es el enemigo de los flashes. Si estamos en un ambiente cargado o bajo los designios de un DJ obsesionado con las máquinas de humo lo tendremos crudo ya que éste refleja la luz y producirá una brillante cortina blanca ante nosotros, rebotemos o no el flash.
Fuente: http://www.parasaber.com
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