La naturaleza muerta alcanzó un asombroso esplendor con los maestros de la pintura flamenca, que en el siglo XVII demostraron el poder del detalle, la capacidad expresiva de la luz y las texturas. Los alimentos escogidos eran siempre manjares: algunas de las suculentas cerezas rojas caen del plato, el arenque ahumado exhibe un elegante tono amarillo, la empanada deja ver un interior plagado de frutos secos. Las vajillas de plata, los vasos de cristal y los cubiertos con empuñadoras de marfil completan la atmósfera lujosa y refinada de la escena.
La exposición De la vida doméstica. Bodegones flamencos y holandeses del siglo XVII presenta
once óleos seleccionados de entre una serie de colecciones particulares, algunas de ellos nunca antes mostrados en público. Se trata de mesas sobre la que sus autores han dispuesto, «en artístico desorden», como explica
Teresa Posada Kubissa, conservadora de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo del Prado y autora del ensayo que recoge la publicación que acompaña a la muestra -todo un repertorio de alimentos- a menudo exquisitos y exóticos- y de objetos valiosos.
‘BODEGÓN CON FRUTAS Y EMPANADA»Bodegón con frutas y empanada’ (1651), de Jan Davidsz De Heem, pintor barroco holandés (Jan Davidsz De Heem – Colección particular)
‘BODEGÓN CON NAUTILUS Y FRUTAS EN UN PLATO WAN-LO»Bodegón con nautilus y frutas en un plato Wan-lo’ (1610-15) una de las obras de Osias Beert, pionero flamenco de la naturaleza muerta (Osias Beert – Colección particular)
‘BODEGÓN CON JARRA DE PLATA, RELOJ Y ARENQUES»Bodegón con jarra de plata, reloj y arenques’ (1637) de Willem Heda, característico por su destreza para captar el reflejo de la luz sobre el cristal y el metal. El óleo es uno de los 11 que componen la exposición ‘De la vida doméstica. Bodegones flamencos y holandeses del siglo XVII’, en la Fundación Juan March de Madrid (Willem Heda – Colección particular)
Jan Davidsz de Heem. Bodegón con copa sobredorada, taza y melón (1615-16)
‘BODEGÓN CON QUESOS, FRUTA Y JARRA»Bodegón con quesos, fruta y jarra’ (1615-16) de Floris van Dijck, artista influido por Osias Beert y Clara Peeters. La naturaleza muerta alcanzó un asombroso esplendor con los maestros de la pintura flamenca, que en el siglo XVII demostraron el poder del detalle (Floris van Dijck – Colección particular)
‘BODEGÓN CON COPA RÖMER, PANECILLO Y OSTRAS»Bodegón con copa Römer, panecillo y ostras’ (1643), de Pieter Claesz. En la selección de los alimentos se esconde un medio de expresión que el artista aprovecha para construir alegorías, sentimientos y estímulos sensoriales. Hay indicios para pensar que las llamadas naturalezas muertas no eran un puro alarde de técnica (Pieter Claesz – Colección particular)
Willem Heda. Bodegón con copa Römer, panecillo y limón
‘BODEGÓN CON ALCACHOFA, CANGREJOS Y CEREZAS»Bodegón con alcachofa, cangrejos y cerezas’, pintado en torno a 1618 por Clara Peeters, pintora flamenca que se especializó en naturalezas muertas. El óleo es uno de los 11 de la exposición ‘De la vida doméstica. Bodegones flamencos y holandeses del siglo XVII’ (Clara Peeters – Colección particular)
‘BODEGÓN CON PANECILLOS, ARENQUES, CEREZAS Y JARRA DE BARRO»Bodegón con panecillos, arenques, cerezas y jarra de barro’ (1612), una de las obras de la exposición (Clara Peeters – Colección particular)
Fuente del texto: Fundación March
Fuente de fotos: 20minutos